¿Sigue Dios a Tu Lado Cuando Le Fallas?

Tal vez has escuchado la expresión “nadie es perfecto.” La verdad es que todos fallamos. En 1 de Juan 1:8 la Biblia le habla al creyente diciéndole: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” Indudablemente todos les fallamos a Dios. Sin embargo, la Biblia habla un poco sobre el fracaso y nos ayuda a darnos cuenta de que Dios está con nosotros en todo momento. Y las razones son las siguientes:

1. Dios sabe que le fallas Nadie que conozcas es perfecto, y casi todos pueden describir al menos algunas fallas. Dios entiende y nos prepara para eso en Proverbios 24:16 donde la palabra de Dios nos alienta con estas palabras: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.” No somos perfectos, ni siquiera en nuestra fe, y Dios quiere que entendamos y aceptemos eso.

2. Dios te levanta de nuevo El mismo Proverbios 24:16 nos dice que aunque Dios sabe que vamos a fallar de vez en cuando, Él nos apoya y nos ayuda a ponernos de pie nuevamente. ¿Es fácil aceptar el fracaso? No. ¿Nos puede doler y sentirnos deprimidos? Si. Pero, es allí donde Dios interviene para ayudarnos a trabajar a través de nuestra ira y decepción por lo que hemos hecho. En Salmo 40: 2-3 nos dice: “Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.”

3. Dios quiere que rectifiques Dios nos ayuda a salir, nos da las fuerzas para hacerlo. Pero, ¿significa eso que debemos detenernos en el fracaso o repetir los mismos comportamientos? No. Dios quiere que reconozcamos nuestros defectos y trabajemos para mejorarnos a nosotros mismos. A veces eso significa pasar a otra cosa que podemos hacer mejor, o simplemente ejercitarnos más para enfrentar mejor la situación la siguiente vez. Otras veces significa ser pacientes para que las cosas funcionen por sí mismas. El profeta Jeremías nos dice en Jeremías 8:4-5 lo siguiente: “Les dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino? ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse.”

Toma estas tres razones para entender que aunque caigas, Dios no se aparta de ti, ya que Él sabe que eso va a pasar. Pero, Dios espera que no te quedes allí. ¡Levántate! y apóyate en Él y en el consejo de Su palabra divina. Y puesto nuevamente sobre tus piernas, rectifica tu andar, para evitar tropezar con las mismas piedras, y de esta forma, continua tu camino por esta vida. ¡Dios te bendiga! †