Contar una historia es estimular
- ctppec2011
- 5 nov 2021
- 1 Min. de lectura
Las personas se abren a conversar con más intensidad cuando se les estimula sus áreas de necesidad. Es en ese punto donde el compartir nuestra fe llega a su más alto nivel de interés.
¿Cómo podemos estimular a una persona para escuchar el mensaje? Tocando durante el relato de una historia sus áreas mas sensibles.
¿Cuáles serían esas áreas sensibles? Aquellas áreas que son expuestas como dice Isaías:
“Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.” Isaías 57:20,21
Son las mismas personas las que asoman sus necesidades, no se pueden contener y las arrojan ante aquellos que están dispuestas a escucharlas. Por eso, los contadores de historias pueden tocar las áreas expuestas como: la falta de propósito y guía en la vida, la soledad, la inseguridad, la insatisfacción, temores, etc.
¿Qué deben hacer para tocar esas áreas expuestas?
1.Escuchando con atención e interés
2.Compartiendo algo de tu experiencia que se relaciona en algo con su situación
3.Concluyendo como enfrentaste y/o enfrentas tus problemas
En mi próximo blog te mostraré una historia donde se realiza esto.
¡Hasta pronto!




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