Como Actuar Frente a Personas Difíciles e Imposibles de Tratar

Existen personas normales que se pueden tratar sin novedad alguna; pero también, existen otras relaciones que demandan mucha atención de ti. Puedes encontrar estas personas dondequiera que vas. ¿Cuál sería su problema? Quizás ellos piensan que lo saben todo o quizás no cooperan o no admiten que han cometido un error. Tal vez, no saben cómo interactuar en un grupo sanamente.

Cuando te encuentras con una persona difícil e imposible, hazte las siguientes preguntas:

¿Hasta qué grado tengo que involucrarme con esta persona?

¿Hasta qué grado necesito involucrarme con esta persona?

¿Hasta qué grado deseo involucrarme con esta persona?

Por lo general, las personas difíciles son aquellas que nos hacen sentir mal, para luego, ellos sentirse bien. El libro del Dr. Les Parrott que se titula High Maintenance Relatioships identifica algunas relaciones difíciles o imposibles que requieren de mucha atención:

• El crítico: Es el que se auto elige para quejarse, alguien que constantemente de manera descarada aleja a otros.

• El mártir: Es siempre la víctima y alguien lleno de autocompasión.

• El pesimista: Es el que mira el vaso medio vacío, y se expresa con estas frases: “Nunca funcionará.”

• El aplanador: Es aquel que no conoce la palabra tacto. Sus comentarios hieren; pero, no le importa.

• El chismoso: Es aquel lleno de envidia.

• El consumidor: Se puede ver como un adicto al trabajo y es controlador.

Por otro lado, las personas imposibles son aquellas que se convierten en depredadores o consumidores en potencia de tu tiempo y energía. Lo hacen hasta dejarte completamente seco. Si no haces algo al respecto, terminarás por dedicarte casi exclusivamente a ellos. ¿Cómo puedes reconocer a estas personas imposibles? Primeramente, ellos piensan que sus necesidades son más importantes que las tuyas. Segundo, las reglas aplican a otros más no a ellos. Tercero, nunca es su error y sus motivos son puros. Cuarto, ellos nunca esperan ya que no cuentan con un impulso que les controle. Si ellos no lo consiguen a su manera, ¡cuidado! porque confunden su propia identidad. La integridad es un concepto extraño para ellos. Entre algunas personas imposibles que podemos citar se encuentran:

• Narcisista: Ellos piensan que el mundo gira alrededor de ellos. Muchos son talentosos, aunque no son todos lo buenos que ellos piensan que son. Lo que mejor hacen es enfocarse en ellos mismos.

• Antisocial: Otra persona astuta son los antisociales. Son muy peligrosos. Tienen poco desarrollo de su consciencia. Ellos pueden estar envueltos con otros, pero sin conectarse. Las reglas diarias no las siguen. Toman riesgos frecuentemente a expensas de otra gente.

• Dramático: A esta persona también se le llama histérico (a). Desde el punto de vista social esta persona si se conecta, muchas veces podemos disfrutar de su compañía. Su necesidad por atención es insaciable. No existen barreras cuando se trata de buscar atención. Ellos necesitan atención para ser positivos. Suelen decir: “Solo quiero que todos piensen lo maravilloso que soy”.

• Y otros desórdenes de personalidad como los esquizofrénicos, paranoicos, personalidad extrema, obsesión compulsiva, dependiente, y pasivo agresivo por citar algunos.

¿Qué nos dice la Biblia acerca de interactuar con personas imposibles?

Si te encuentras con un crítico, mártir, narcisista, antisocial o histriónico, que es lo mismo que histérico; ¿Qué puedes hacer? ¿Cómo puedes actuar frente a personas con esa clase de actitudes o desórdenes? Déjame mencionarte tres (3) consejos bíblicos que nos puede ayudar a no caer en el juego de estas personas difíciles e imposibles:

1. Ten cuidado de no caer. (1 Corintios 10.12) – No te confíes, puedes caer en sus redes

2. Ten cuidado, entonces, como vives. (Efesios 5.15) – Hay que buscar actuar como sabios todo el tiempo

3. Ten cuidado, ninguno sea hallado falto. (He 4.1) – El temor (reverencia) a Dios y lo que profesamos, nos debe llevar a evitar caer en malas prácticas que nos alejen de nuestra fe.

Recuerda, siempre hay una razón para todas las advertencias. La pregunta que debes hacerte es: ¿Con cuáles personas deben o necesitan andar con más cuidado cuando están alrededor? Toma esta regla y te evitarás dificultades con personas que poseen estos desórdenes.

Pero, sobre todo, ora a Dios, él es nuestro refugio, nuestra torre y castillo, nuestro pronto auxilio en momentos de dificultad. Queremos relacionarnos con todos, pero para ello, es necesario conocer más de estas personalidades, y de esta manera, poderles ayudar mejor sin debilitar nuestra fe en el intento. †